He decidido emprender, ¿por dónde empiezo?
Tengo una idea de negocio y ¿ahora qué hago? ¿Cuál es el primer paso? ¿Será buena la idea?¿Cómo obtengo el dinero? Éstas y otras muchas preguntas son las que surgen en la mente de un emprendedor a la hora de poner en marcha su proyecto.
Olvídate de las prisas. Para que tu idea de negocio tenga éxito es preferible ir con paso firme si quieres generar impacto y que tu proyecto crezca. Por ello, hemos definido un roadmap que te ayude a estructurar tu plan de acción.
Aunque no lo creas, la etapa más rentable de un negocio es la investigación y validación del mismo ya que te permite reducir la incertidumbre y diseñar con mayor acierto las estrategias iniciales.
Para empezar este camino:
1. Analízate, ¿tienes las competencias emprendedoras necesarias?
Un emprendedor tiene que ser capaz de innovar, adaptarse a su entorno, debe tener ganas de hacer cosas nuevas, invertir tiempo en formarse, desarrollar la creatividad, tener habilidades de liderazgo…
Reflexionar sobre estas cuestiones te ayudará a descubrir si posees las cualidades personales que te permitan lograr tus objetivos.
2. Define y analiza, ¿es buena la idea de negocio?
Un buen producto o servicio es aquél que está creado por y para el cliente. Debe cubrir una demanda insatisfecha, resolver un problema u ofrecer alguna novedad o mejora sobre algo que ya exista, sin olvidar las tendencias que marcan los nuevos nichos de mercado: sector Fintech (unión de las finanzas y las nuevas tecnologías), Economía Social y Triple Impacto (que implica un compromiso con la sociedad y también con el medio ambiente),Energías Renovables, Inteligencia Artificial, etc.
Una vez definida la idea de negocio, te recomendamos utilizar Design Thinking como metodología para enfocarte en comprender las necesidades, gustos y deseos de los clientes y del mercado. Sólo así sabrás si tu idea ofrece una solución real a un problema.
3. Diseña, ¿tienes un modelo de negocio?
Detrás de una buena idea de negocio tiene que existir un modelo de negocio. Es el eje central de cualquier proyecto y define la forma en que la empresa va a crear valor para el cliente.
Para poder diseñarlo, la herramienta Business Model Canvas o Lienzo de Modelo de Negocio te va ayudar a analizar y plantear interrogantes como: cuál es tu nicho de mercado, con qué canales llegamos a él y qué relación quieres establecer con el segmento de clientes. Así como, cuáles van a ser tus actividades y recursos claves para que tu propuesta de valor se cumpla. Tener un modelo de negocio te permitirá innovar y ver con claridad de qué manera vas a generar ingresos.
4. Valida, ¿es viable mi idea?
Una vez definido el modelo de negocio hay que profundizar en el análisis de cada uno de los componentes del modelo: competidores, clientes, alianzas clave, inversión, costes, beneficios, etc. Validar la idea supone asumir que nos podemos haber equivocado, corregir esos errores y volver a formular nuevas hipótesis de partida.
En términos económicos, analizar la viabilidad financiera del negocio es clave para tomar decisiones y minimizar el riesgo además de suponer una ayuda a la hora de buscar financiación, socios o inversores.
5. Elige, ¿cuál es la mejor forma jurídica? ¿qué tipo de financiación es más interesante?
De la elección de la forma jurídica depende el grado de implicación y responsabilidad de los promotores, su capacidad de gestión, que los trámites de constitución sean más o menos sencillos o incluso el régimen fiscal a aplicar.
En general, para emprendedores únicos, la figura de empresario individual, o más comúnmente autónomo, sería la más adecuada. Cuando hay más de un emprendedor, lo más recomendable sería recurrir a una forma societaria, sea con personalidad jurídica o sin ella.
Y llegados a este punto, la pregunta que más se repite ¿de dónde obtengo el dinero para ponerlo en marcha?. Habrá que decidir si te endeudas o por el contrario dejas que participen inversores en tu proyecto. Existen diferentes líneas de financiación tanto públicas como privadas que se pueden ajustar a las características de tu proyecto.
Por último, ten confianza. Confiar supone movimiento y acción a la hora de tomar decisiones, de innovar, de crear e incluso de arriesgar. No dejes de aprender y de formarte, ya que las nuevas necesidades de los clientes y la aceleración digital vivida en los últimos tiempos requiere de emprendedores con visión estratégica, innovadora y globalizada.
Te invitamos a conocer nuestra herramienta e-Orienta donde podrás descubrir el itinerario más adecuado para analizar tu proyecto.